La detección temprana salva vidas
En este mes de octubre se conmemora el Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, el cáncer más frecuente en las mujeres en todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo. Sin embargo, la mayoría de las muertes por cáncer de mama se producen en países en vías de desarrollo y esto se debe a que son diagnosticados en estadios tardíos por falta de controles y concientización sobre esta enfermedad.
Al inicio de la pandemia de COVID-19, los procedimientos médicos electivos, incluida la detección del cáncer, se suspendieron en gran medida para priorizar las necesidades urgentes y reducir el riesgo de propagación de COVID-19 en entornos de atención médica. Una consecuencia de esto ha sido una disminución sustancial en la detección del cáncer. Se estima que cerca del 40% de los tumores dejaron de ser diagnosticados durante el periodo de cuarentena, lo que implica que casi la mitad de la población mundial "perdió" la chance de una detección precoz y un tratamiento oportuno a causa de la pandemia.
La idea detrás de la detección precoz es encontrar cosas antes de que se conviertan en un problema grave, cuando realmente podamos hacer algo al respecto. Cuanto más tarde detectamos el cáncer, más complicado se vuelve el plan de tratamiento. Los cánceres avanzados significan no solo menor chance de curación sino que también tratamientos más agresivos.
El control de factores de riesgo modificables, tales como una alimentación saludable, actividad física, el control del consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad, podrían llegar a tener un efecto en la reducción de la incidencia de cáncer de mama a largo plazo, sin embargo lo único que ha demostrado beneficios en la supervivencia de estas pacientes es la detección precoz con vistas médicas periódicas.
Aplazar la mamografía durante uno o dos meses no suele ser un problema y no tiene consecuencias de gran alcance en las mujeres que se someten regularmente a mamografías. Sin embargo, todo indica que la pandemia por COVID continuará y es necesario que las mujeres que pospusieron las pruebas de detección del cáncer, reprogramen sus controles. Las unidades de diagnóstico mamario han desarrollado protocolos de atención, adaptándose a la nueva y desconocida situación. Por ejemplo, ahora hay más espacio en las salas de espera para minimizar el riesgo de infección, turnos espaciados, etc.
Dentro de este entorno desafiante e inestable, existe la preocupación de que la atención del cáncer se haya despriorizado o retrasado con implicaciones para el cáncer de mama. La atención oncológica, en particular la atención del cáncer de mama, debe mantenerse en paralelo a las medidas de control de la pandemia.
Reanudar la actividad a niveles prepandémicos no será sencillo debido a la prevalencia continua de COVID-19 en la población y la necesidad de adaptar las formas 'tradicionales' de trabajo para garantizar la seguridad continua de los pacientes y el personal, con medidas implementadas hasta que un programa de vacunación se amplíe por completo e incluso de forma indefinida.
La detección temprana salva vidas y en este mes de octubre; diferente, pero más rosa que nunca; queremos incentivar y hacer un llamado generalizado a que todas nuestras mujeres retomen sus controles anuales.
Dra. Cecilia Arballo, Dr. Luciano Mignini, Dra Ivana Romero, Dra. Dalila Vidalle. Unidad de Mastología de Grupo Oroño