Noticias y Consejos

AVANCES con mayúsculas en la lucha contra el cáncer de mama

AVANCES con mayúsculas en la lucha contra el cáncer de mama

Dra. Dalila Vidallé, ginecóloga y mastóloga de ELAS. Unidad de Mastología de Grupo Oroño.

La investigación en cáncer de mama incrementó sus curaciones, prolongó la supervivencia de las pacientes con la enfermedad avanzada y mejoró su calidad de vida.

A principios de la década de 1980, las mujeres con cáncer de mama tenían un 70% de posibilidades de no recaer a los cinco años de su diagnóstico. En la actualidad, la cifra aumentó a 90%.

De todas formas, a pesar del desarrollo de nuevos fármacos y de tratamientos cada vez más personalizados, todavía en Argentina mueren más de 5400 mujeres al año por esta enfermedad.

Además, el cáncer de mama es el tumor más frecuentemente diagnosticado en la mujer. Durante 2020, se diagnosticaron en Argentina unos 22000 nuevos casos y se estima que una de cada ocho mujeres lo padecerá. En el marco de este 19 de octubre, Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, queremos enumerar los avances que se dieron en estos años.

Tratamientos oncológicos y conocimiento de la enfermedad

En la década de 1970 se obtuvieron los primeros resultados de los estudios que demostraron el beneficio de la quimioterapia administrada tras la cirugía. También se conocía del éxito del tamoxifeno como tratamiento hormonal para el cáncer avanzado, que poco después se comenzó a emplear en estadíos precoces de la enfermedad logrando excelentes resultados.

Otros aspectos que influyeron en el pronóstico fueron una mejor estratificación de las pacientes y el desarrollo de paneles genómicos que permiten diferenciar quienes se benefician de quimioterapia y quienes no.

Prevención

No hay una manera de prevenir el cáncer de mama pero existen algunas acciones que todas las mujeres podemos hacer para reducir su riesgo. Entre ellas, realizar ejercicios habitualmente y limitar o eliminar el tabaco y el consumo de bebidas alcohólicas.

En caso de que el cáncer suceda, podrían verse favorecidas quienes hayan sido detectadas en etapas iniciales cuando la patología es más tratable y curable. El conocimiento de mutaciones genéticas como en el gen BRCA1/2 fue otro de los adelantos científicos que nos permite detectar población con mayor riesgo hereditario de desarrollar la enfermedad.

Técnicas quirúrgicas

Otro avance muy relevante en estas últimas décadas fue el incremento de cirugías conservadoras, evitando mastectomías innecesarias, así como una menor intervención sobre la axila. Esto reduce el riesgo de linfedema y mejora la calidad de vida con un impacto estético y psicológico menor.

También se desarrollaron distintas técnicas de reconstrucción mamaria con implantes o colgajos que evitan los cortes de músculo en la zona donante o que toman tejido de distintos lugares del cuerpo -por ejemplo, el abdomen o las nalgas-.

Diagnóstico

La mamografía se estableció como el mejor método para el estudio de la mama. Desde la analógica a la digital y tomosíntesis y, en menor medida, la mamografía con contraste.

A partir del desarrollo de la ecografía y de la resonancia mamaria como complementos de la mamografía surgen algoritmos adicionales para el diagnóstico y la selección de subgrupos de riesgo. Este acelerado avance en la detección por imágenes de la patología mamaria y de las técnicas intervencionistas transformó a estos estudios en herramientas fundamentales, no solo para el diagnóstico del

cáncer de mama, sino también por la utilización de esa información con vistas a guiar los futuros tratamientos.

Técnicas intervencionistas

Las técnicas intervencionistas mamarias, entre las que destaca la biopsia percutánea, sustituyeron a la biopsia quirúrgica. Esto permitió un diagnóstico histológico preciso con menor morbilidad y costos que la biopsia quirúrgica. Otras técnicas intervencionistas desarrolladas permiten la localización de lesiones no palpables para facilitar la cirugía y el marcado con clips de lesiones para neoadyuvancia.

Radioterapia

Los cronogramas de radioterapia acelerados permiten administrar aproximadamente la misma dosis total de radiación durante un período más corto. En casos seleccionados se puede administrar la llamada radiación intraoperatoria, donde la totalidad del tratamiento se administra de una sola vez durante el procedimiento quirúrgico de la mama.

Enfoque integral del paciente

Por la complejidad que conlleva el cáncer de mama fue necesario contemplar múltiples aspectos de la atención de la mujer con esta enfermedad. Surgieron equipos o unidades de mastología compuestos por varias disciplinas dispuestas a trabajar de manera integral en beneficio de la paciente. Es que la atención no se detiene tras la cirugía, la radiación y los tratamientos sistémicos: también incluye la rehabilitación y la salud física y emocional.

La mamografía es el único método de detección avalado por todas las sociedades científicas y consensos internacionales. Las estimaciones indican una reducción de la mortalidad por cáncer de mama de casi el 40% cuando se evalúa a las mujeres anualmente a partir de los 40 años.

Cada avance en el diagnóstico y tratamiento que suponga un 1% de mejora en la tasa de supervivencia hace que muchas menos mujeres recaigan por su enfermedad y puedan disfrutar de una mejor calidad de vida con reincorporación plena a su vida social y laboral. Cada uno de esos avances consiguió aumentar la supervivencia en un 20%. Y cada uno de esos avances son la esperanza de millones de mujeres en todo el mundo.

Compartí esta noticia